El demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) es un marsupial carnívoro, recibe su nombre por parte de los primeros colonos en habitar la isla de la que es endémico. Estos colonos oían terribles gruñidos provenientes del interior del bosque que solo podían atribuirse su origen al mismo Diablo. Aunque es principalmente carroñero, suele acechar y emboscar a sus presas en silencio durante la noche, posee una contextura robusta y potentes mandíbulas para triturar y devorar una presa por completo incluyendo huesos y piel. Se sabe realmente muy poco del comportamiento social de estos animales y en el pasado fueron cazados hasta casi su exterminio. Se trata de criaturas tímidas y cautelosas que confían en su poderoso sentido del olfato para guiarse en la oscuridad. Hacen un gran aporte al ecosistema limpiando residuos orgánicos y mantienen a depredadores introducidos como zorros y gatos bajo control. Los machos combaten por la presa entre arañazos y mordiscos, mientras que a las hembras se les permite alimentarse sin ser molestadas, cuando la hembra se encuentra en celo el macho la arrastra hasta su cueva y la mantiene cautiva. Se trata de un animal con correspondencias plutonianas pudiéndose percibir en ese potencial de shock en tamaño compacto, misterio y singularidad, además de dominar el inframundo con un gruñido sobrenatural y alimentarse de los muertos para sobrevivir. 

El pavo real (Pavo cristatus) es un ave omnívora proveniente originalmente de la india pero que hoy se ha vuelto parte de ecosistemas en diversos continentes. ha sido asociado con la divinidad desde la antigüedad y como símbolo de Resurreccion. Se trata de una de las especies con mayor dimorfismo sexual en el Reino animal. Se cree que tienen poderes hipnóticos para combatir a las serpientes y escapar de los tigres. Estas aves se comunican entre si con diversos llamados a traves de la espesa jungla para alertar del peligro o localización de los alimentos. Cuando el macho hace vibrar su plumaje para el cortejo se produce una respuesta en el cerebro de las hembras, esta reacción ha sido estudiada en laboratorio y tendría un potente efecto que bloquea la recaptación de dopamina, serotonina y noradrenalina, activando los centros de recompensa. Se trata de un poderoso símbolo solar, un regalo de la naturaleza para aquellos que puedan apreciar los misterios de la creación.